Introducción

La clase trabajadora es la fuerza social más importante de la sociedad; ella es la que produce la riqueza material, intelectual y espiritual que consumen, utilizan o disfrutan las personas para satisfacer sus distintos tipos de necesidades. Son trabajadores los obreros fabriles y los de las obras públicas; son trabajadores los campesinos jornaleros y los sin tierra son trabajadores los educadores que enseñan y forman; son trabajadores los mineros, son trabajadores los que crean bienes culturales; son trabajadores quienes cuidan con esmero la salud de las personas, sean médicos, enfermeros, administrativos; son trabajadores los profesionales que ofrecen sus servicios calificados; en fin son trabajadoras las mujeres que cuidan los hijos, limpian y mantienen la casa; son trabajadoras las mujeres que ejercen la prostitución, son trabajadoras las que representan colectivos marginados. El mundo del trabajo es variado, diverso pero es quien sostiene con sus actividades productivas al mundo del capital y de sus dueños.

Los trabajadores se identifican porque reciben a cambio de su trabajo, o de las actividades que realizan un salario, jornal o ingreso que en la mayoría de las ocasiones les es impuesto por el empleador o patrón; solo cuando los trabajadores están organizados tienen mayores posibilidades de mejorar sus ingresos y sus condiciones laborales o de trabajo.

Los trabajadores constituyen la expresión más genuina del capitalismo surgido a partir de la revolución industrial a comienzos del siglo XIX y, precisamente, por las condiciones terribles de existencia de los primeros tiempos del capitalismo descubrieron que en la organización de sus fuerzas radicaban las posibilidades de resistir y no morir víctimas de la codicia de los patrones, de sobrevivir a la brutalidad de los capataces y a las jornadas laborales de 20 y más horas continuas. Las trade unions, fueron las primeras organizaciones de los trabajadores, precursoras de los modernos sindicatos; con el tiempo los trabajadores descubrirían que sus precarias condiciones de vida, la explotación de que eran víctimas, la falta de libertad para manifestarse y protestar contra la injusticia, se sostenían en gobiernos que servían a la nueva clase rica: los capitalistas o burgueses. De este entendimiento los obreros se organizaron en partidos políticos para resistir y oponerse a la represión policiva cuando se manifestaban contra los patronos exigiendo mejores condiciones de vida trabajo y salarios justos. En Colombia las primeras organizaciones de trabajadores se remontan a la segunda década del siglo pasado; la naciente industria textil en Antioquia vería nacer las primeras organizaciones de los trabajadores; en 1920 la primera huelga de mujeres se da en la fábrica de textiles de Bello:400 mujeres, lideradas por Betsabe Espinal se van al paro durante 3 semanas; en la costa atlántica mujeres trabajadoras de Córdoba se levantan contra los terratenientes: Juana Julia Guzmán y el anarquista Vicente Adamó crearon un baluarte rojo para protegerlas tierras que habían recuperado originando en distintas regiones del país el surgimiento de una serie de organizaciones campesinas denominadas ligas campesinas; y en Ciénaga los obreros gloriosos de las bananeras. Para solo citar algunos de los pioneros. El día internacional de la mujer, lo es de la trabajadora.

Tradición de protesta, resistencia y de organización en las ciudades y los campos que merece ser rescatada para educar en el espíritu de su lucha a las nuevas generaciones de trabajadores, trabajadoras, obreros y obreras de Colombia es uno de los propósitos de Fuerza Ciudadana.

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