Marchemos por la vida, la paz y la democracia

Este 21 de septiembre los una amplia franja de Colombianos harán sentir en las calles, plazas y parques, su indignación por la desastroza gestión del gobierno nacional, los regímenes antidemocráticos, en sus procesos de descomposición hacen uso de las más degradantes, represivas e inaceptables formas de persecución en contra de los ciudadanos, especialmente contra aquellos y aquellas que representan una amenaza a sus consolidadas prácticas autoritarias a la hora de gestionar los asuntos públicos. Los procesos que se han desencadenado hace meses, y en particular los hechos más recientes de las últimas semanas contra miembros de la oposición y de la ciudadanía, están mostrando la verdadera cara de la élite violenta y mafiosa que gobierna Colombia. Esta élite, capaz de cualquier cosa, agrede a la ciudadanía, atenta contra la vida de líderes, desmovilizados, jóvenes, movimientos de oposición, con tal de mantenerse en el poder y desconocer así las instituciones y prácticas democráticas, los Derechos humanos y la Constitución política.
Desaparecer y encarcelar a las personas, hacer allanamientos, someter a vejámenes e impulsar olas de terror, es expresión de la existencia de una práctica antidemocratica al interior del establecimiento que en su desespero por mantener el estatus que calla las voces disidentes y de oposición.
Las brechas sociales se han agudizado en el marco de la pandemia y han empobrecido la vida de millones de colombianos a costa de unos cuantos privilegiados a nivel nacional y regional, de ahí la necesidad de la renta básica ya, y el trabajo digno y el salario justo.
Uno de los hechos desnudados por la pandemia, es la absoluta hiper centralización, es las manos del gobierno nacional de las principales, decisiones de la nación, de ahí la urgencia de modificar el modelo de Estado y descentralizar y devolverle a las regiones el poder soberano de determinar su presente y futuro, como una Colombia Federal.
La fuerza pública, especialmente la policía nacional deben tener una formación y práctica civil
La educación pública es el camino para que las nuevas generaciones, logren romper las barreras que impiden su participación en la vida económica y social de las regiones y la nación.
Fuerza Ciudadana, la fuerza del cambio llama a la participación ciudadana en las más diversas formas pacíficas de protesta y movilización, en defensa de la democracia y la dignidad de quienes disentimos de un gobierno ciego y sordo a las demandas ciudadanas en todo el territorio nacional, y particularmente las regiones.

Fuerza Ciudadana, Fuerza del Cambio Caribe.