Fuerza Ciudadana rinde homenaje a Jorge Eliécer Gaitán y al resto de víctimas del sangrante conflicto colombiano

«Antes que la vida miserable y perecedera, están el dolor, la justicia y el idea».
Jorge Eliécer Gaitán

Hoy 9 de abril se cumplen 73 años del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, hecho que se conoce como el Bogotazo. Este luctuoso episodio que se produjo bajo el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez, pero que al parecer hay cada vez más evidencia que fue una componenda entre el partido liberal y conservador para evitar los cambios que el caudillo liberal proponía al país, dio paso a lo que en la historia social y la cultura política se conoce como el periodo de la Violencia. En ella estamos instalados desde entonces como país, como sociedad.

Así, primero fue la violencia entre liberales y conservadores y con el paso del tiempo algunas Autodefensas y guerrillas liberales evolucionarían a guerrillas revolucionarias, sobre todo a mediados y finales de la década de 1960. Para “pacificar” al país, sectores del Partido Liberal y conservador decidieron darle un golpe de Estado al presidente conservador Laureano Gómez y consecuentemente procedieron a instaurar en el poder al General Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957).

La dictadura de Rojas terminaría generando un baño de sangre, de ahí que las mismas élites que lo montaron se encargaron de bajarlo mediante la concreción del acuerdo del Frente Nacional (FN) – pacto entre liberales y conservadores para poner fin a sus enfrentamientos y repartirse entre ellos el poder durante 16 años-. Como consecuencia de ello surgirían las FARC, luego el ELN, EPL y en 1974, cuando moría el FN, el M19. En 1970 el narcotráfico aparece en Colombia con la bonanza de la marihuana, sobre todo en el Caribe, y en la década de 1980 surgen los carteles de la cocaína con sus sicarios y paramilitares abordo en asocio con militares y amplios sectores del Estado y del gobierno.

El desarrollo del conflicto entre, por un lado, el sector proestablecimiento constituido por el Estado, militares y paramilitares, y por el otro lado, el sector de las insurgencias, ha derivado en un desastre humanitario que a día de hoy deja un saldo de 220 mil personas asesinadas, la gran mayoría de ellas civiles. La violencia generalizada, además, arroja el genocidio político de la Unión Patriótica, Aluchar, el Frente Popular y el asesinato de 4 candidatos presidenciales, tres de ellos de izquierda (Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo) y uno del Partido Liberal (Luis Carlos Galán Sarmiento). A esto hay que sumarle 8 millones de víctimas, 7.5 millones de personas desplazadas, más de 69 mil desaparecidos, 500 mil refugiados, 6402 civiles ejecutados a manos del Ejército, y 8 millones de hectáreas de tierras expropiadas a la población campesina.

Todo este parque temático del horror nos dice que en Colombia hay una geografía de la violencia, la cual nos permite hablar con propiedad de la existencia del sufrimiento social de las victimas. De este modo, el magnicidio de Gaitán y todo este horror ha conducido a que el 9 de abril haya sido definido como el Día Nacional de las Víctimas de Colombia.

En consonancia con lo anterior, Fuerza Ciudadana rinde homenaje a Jorge Eliécer Gaitán y a todas las víctimas directas e indirectas de largo y sangrante conflicto colombiano, y exige al Estado y al gobierno dignificarlas en todo momento y lugar. Dicho así, nuestra apuesta es porque el gobierno del Presidente Iván Duque cumpla con lo establecido en el Acuerdo de Paz firmado entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos, pues la única manera de superar este horror es a través del camino cierto de la paz y la convivencia. En este contexto, sin duda, reivindicamos el papel de la Justicia Especial para la Paz (JEP) y, sobre todo, su visión de la centralidad de las víctimas y el derecho que tienen a la Verdad, la Justicia, la Reparación y la no repetición.

Finalmente, ante esta compleja situación, Fuerza Ciudadana continuará su lucha política por la profundización de la democracia, la dignificación de las víctimas, la construcción de un Estado decente, el respeto a la vida y de los derechos humanos. Con Gaitán decimos en este día: “nada más cruel e inhumano que una guerra. Nada más deseable que la paz. Pero la paz tiene sus causas, es un efecto. El efecto del respeto a los mutuos derechos”.

Santa Marta, abril 9 del 2021.